Una oportunidad para acelerar la transformación.

El proyecto de reducción de jornada laboral de 40 horas implicará varios desafíos para las organizaciones. El principal y más obvio, será el de mantener o mejorar la productividad en menos tiempo. Sin embargo, lo que puede parecer un problema es una oportunidad para que las empresas modernicen sus procesos de gestión, así como acelerar la transformación digital.
El problema es que hoy muchas empresas trabajan con modelos de gestión obsoletos y seguramente serán víctimas del síndrome de la “cama de Procusto”. En la mitología griega, Procusto era un posadero que tenía una cama de hierro en la que invitaba a sus huéspedes a descansar. Si el huésped era más largo que la cama, lo mutilaba cortándole las extremidades; si era más corto, lo estiraba hasta que encajara. La metáfora representa la mentalidad rígida y la incapacidad de adaptarse de verdad a los cambios; más bien se intenta hacerlos encajar a la fuerza a lo ya conocido.
Las empresas que sigan ancladas a la cama de Procusto no lograrán sortear el actual desafío que va mucho más allá con cumplir con la norma de reducir la jornada. En la práctica, implicará una mayor eficiencia de los procesos y optimizar la forma en la que se realizan las tareas y proyectos. Por tanto, involucra una modernización de la gestión y no “el corte de extremidades” para adaptarse a las exigencias.
El cambio involucra una forma diferente de gestionar y dirigir a los equipos, y, por ejemplo, fomentar una cultura de innovación y experimentación, como podría ser adoptar un modelo de gestión ágil. Asimismo, las organizaciones deberán renunciar a modelos de gestión rígidos, jerárquicos, complejos y burocráticos y simplificar los procesos.
Para ello, la Inteligencia Artificial será la mejor aliada dado que permite reemplazar cualquier proceso que requiera automatización, puede actuar como soporte de conocimiento, creación de contenido y es capaz de procesar una cantidad infinita de data.
Por tanto, la aceleración de la transformación digital será un imperativo, y no sólo desde la adopción de herramientas digitales que mejoran procesos y operaciones, sino que desde una gestión del cambio organizacional que ayude a mejorar la comunicación y colaboración entre equipos, y recopilar y analizar datos en tiempo real para tomar decisiones informadas.
Asimismo, será cada vez más necesario incorporar en el nivel estratégico la búsqueda de sustentabilidad y sostenibilidad de las empresas, así como impactar positivamente en el medio ambiente y en las comunidades. También será importante entregar capacitación a la fuerza de trabajo, con especial énfasis en los liderazgos que deberán guiar a la organización al logro de objetivos en menos tiempo.
Las organizaciones que sean capaces de liberarse de la cama de Procusto serán capaces de visualizar desde ya estas necesidades, y las que no, estarán condenadas a la obsolescencia.

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