Actualmente estamos en presencia de una revolución industrial “olas de transformación digital” invaden los diversos sectores de la economía a nivel global y esto implica un desafío para las empresas y sectores de la economía de Latinoamérica. Te compartimos una tipología para identificar el estado actual de tu organización.
La transformación digital entendida como la adaptación de las cadenas de valor de los distintos sectores de la economía es foco de conversación actual en los principales Directorios de Empresa de Chile y Latinoamérica.
Si bien a nivel nacional la ejecución de proyectos de Transformación Digital es aún muy incipiente y focalizada en sectores como Telecomunicaciones y Finanzas, estudios regionales dan cuenta que 1 de cada 3 CEOs de las compañías más grandes de la región pondrán en su agenda estratégica la Transformación Digital (Estudio IDC, 2017)
En Take Up, se han desarrollado en los últimos cuatro años una serie de proyectos en Transformación Digital a nivel Latinoamericano y esas experiencias han permitido recopilar algunos aprendizajes para construir una tipología de las empresas que tienen proyectos de transformación digital, “Hemos detectado que a nivel nacional los proyectos de transformación digital sólo se pueden encontrar en empresas con escala global” señala Sergio Bijman Gerente de Proyectos de Take Up, “sin embargo basados en nuestra experiencia en Latinoamérica hemos construido una tipología con seis tipos de organizaciones”, a continuación se mencionan los niveles y su principales características.
Primer Nivel | Late Digital
Son organizaciones que operan con una perspectiva tradicional de: clientes, procesos, métricas, modelos de negocio y tecnología, confiando en que esta forma de operar sigue siendo útil en la era digital y por lo tanto sólo han iniciado experiencias digitales para algunos productos que no forman parte de la cadena de valor.
Segundo Nivel | Digital Follower
Este tipo de organizaciones están iniciándose en experiencias de transformación digital y con ciertos niveles de creatividad pero de una forma muy similar a las “antiguas” Software Factory, es decir destinan recursos aunque de forma dispareja, en toda la organización y generalmente el foco objetivo es mejorar los canales de comunicación tradicionales con el consumidor.
Tercer Nivel | Digital Player
Según Bijman, en este caso la experimentación se hace intencional “es decir la organización destina inversiones especificas a proyectos digitales con mayor riesgo” las inversiones van creciendo en la medida que se alcanzan resultados más prometedores y capaces. Esto permite ganar credibilidad y aumentar las inversiones en proyectos de transformación.
Cuarto Nivel | Agile Digital Team
Son organizaciones en que los grupos de trabajo en proyectos digitales reconocen la fuerza de la colaboración como parte de su proceso de investigación – acción y por lo tanto no sólo remiten su ámbito de acción a los proyectos específicos que les han sido encomendados, sino que además identifican nuevas oportunidades de proyectos digitales en diversas áreas de las empresas. Cuentan con una definición de roles clara para desarrollar sus funciones digitales.
Quinto Nivel | Digital Master
Son organizaciones que pueden articular un equipo dedicado de transformación digital para guiar y operar en base a objetivos de la empresa y centrados en el cliente. Este tipo de equipos van impactando de forma paulatina en la nueva infraestructura de la organización y con el paso de los años solidifican sus roles, amplían su experiencia, incorporan nuevos modelos de negocios, e intervienen en nuevos procesos para generar una cultura digital.
Sexto Nivel | Digital Leader
En el estado final, la transformación digital se ha incorporado como parte del ADN organizacional y por lo tanto se convierte en una forma de negocio, en estos casos han logrado que el tema resida de forma permanente a nivel de Directorio y la cultura organizacional reconoce que el cambio es constante, por lo tanto se invierte de forma permanente en las habilidades de innovación y colaboración que son clave para este fin. En estos casos, se establece un nuevo ecosistema para identificar y actuar sobre la tecnología y las tendencias con la perspectiva de asegurarse estar permanentemente en la vanguardia
A nivel regional ocurre un fenómeno bien particular, señala el experto, “En la mayoría de los casos si conversas con los ejecutivos tienen la tendencia natural a clasificarse en el niveles superiores de nuestra escala, sin embargo al aplicar los criterios específicos que permiten determinar el estado su desarrollo se puede afirmar que a nivel Latinoamericano sólo es posible encontrar organizaciones entre los niveles 1 y 3” esto indica que el tema de la transformación digital aún es un tema incipiente en nuestras economías.
Para Jessy Zumaeta docente de la Universidad de Chile, es imperativo acelerar el proceso de transformación digital “Existen estudios a nivel europeo que indican que hacia el año 2025 los ingresos de las empresas que incorporen este enfoque pueden verse incrementados en hasta 120.000 millones de euros”.
¿Qué hacer entonces para iniciar el proceso de transformación digital? Un buen punto de partida es avanzar en tres ámbitos que están directamente relacionados y permiten preparar a cualquier organización para afrontar este desafío.
Trabajar con foco sobre el cliente: los estilos digitales de los consumidores o usuarios transforman la demanda, lo que para las empresas privadas y organizaciones públicas significa recolocar al consumidor final en el “centro” de su lógica de desarrollo, por ejemplo: aumentando la propuesta de valor al cliente y simplificando la experiencia al usuario.
Diseñar la Cultura Digital Requerida: La Transformación digital de una organización, impulsada por los nuevos usos, no puede hacerse sin una redefinición cultural y organizativa con participación activa de los colaboradores. “Éstos, ya familiarizados con los usos digitales en su vida personal, esperan que sus empresas adopten la cultura digital para que nuevas formas de trabajar les permitan ganar autonomía, beneficiarse de más formas de interacción, disfrutar de más flexibilidad y “aplanar” jerarquías, tener impacto más directo sobre la empresa y acceder a formación permanente”, explica Zumaeta.
Por último, la transformación digital implica una colaboración ampliada con el ecosistema: La transformación digital hace del entorno exterior de la empresa un aliado, ofreciendo nuevas posibilidades de crecimiento y de desarrollo. Las empresas digitales deben permanecer abiertas a lo que ocurra más allá de su perímetro para aprovechar las innovaciones externas dentro de una lógica de alianzas.
Por lo tanto, nos encontramos frente a un gran desafío, el objetivo no se reduce a mejorar la competitividad de cada empresa para transformación digital, “este escenario va mucho más allá: desarrollar modelos de negocio que consoliden el crecimiento y la prosperidad de la Región y especialmente de Chile basados en la cultura digital” coinciden ambos expertos.