Las mayores desgracias se producen porque se bajó algún costo. En el Low Cost alguien está pagando el costo, esta frase del experto en estrategia e innovación, Alejandro Ruelas-Gossi, cobra mucha relevancia si analizamos la forma en que reaccionan empresas del retail ante la necesidad de ajustes económicos.

En efecto, muchas empresas, sólo piensan en el low cost cuando deben apretarse el cinturón por distintas circunstancias. Y menos costos implica bajar precios, eliminar procesos clave (en algunos casos, incluso sacrificar el servicio al cliente) y acciones que para nada mejoran la experiencia del cliente.

¿Pero qué dirías si supieras que existen otras opciones más creativas y efectivas?

El modelo Delta de estrategia de negocios nos ofrece al menos siete miradas diferentes para abordar estos desafíos.

Este enfoque se centra en tres puntos principales que permitirían diferentes tipos de intervención. El primer nivel efectivamente es la optimización de costos donde la empresa trabaja para ser mejor que sus competidores en términos de costos, calidad, y velocidad de servicio o producción. Pero no es la única opción.

En un siguiente nivel la empresa busca entender y satisfacer las necesidades específicas de sus clientes. Esto puede incluir personalización de productos o servicios, estableciendo una conexión más estrecha y leal con ellos.

En la cima de la pirámide, el enfoque se centra en formar redes y asociaciones. Aquí, la empresa busca crear vínculos con otros negocios, socios, o incluso con competidores, para crear un ecosistema en el cual todos los involucrados se beneficien. Esto puede significar compartir recursos, colaborar en desarrollos tecnológicos, o formar alianzas estratégicas.

El problema es que cuando las organizaciones sólo ven el low cost como única estrategia, se pierden la oportunidad de innovar y refinar sus propuestas de valor. Es como si un equipo de fútbol necesita mejorar su desempeño, pero solo considera comprar jugadores más baratos en lugar de mejorar las tácticas o la formación del equipo existente. Muy probablemente estará destinado a seguir perdiendo.

Si lo pensamos un poco, deberían ser los consumidores quienes decidan si prefieren menos precios o están dispuestos a pagar más por una buena experiencia de servicio. El enfoque de bajo costo asume erróneamente que es la única vía viable.

¿Por qué si existen más opciones de estrategias empresariales, el low cost termina siendo la única? Podríamos afirmar que existe desconocimiento en las gerencias, y algo de flojera, pues estos enfoques más innovadores implican mayor capacidad de gestión.

Las empresas tradicionales siguen guiándose por el modelo de Porter que se desarrolló  en un contexto donde los mercados y las industrias eran relativamente estables y predecibles en comparación con el contexto actual altamente cambiante, dinámico e impredecible. El modelo Delta en cambio, permite una mejor adaptación al poner énfasis en la relación con los clientes y proponer la creación de un ecosistema de negocios colaborativo.

En Take Up hemos intervenido en muchas empresas repensando sus estrategias y logrando una sana combinación para generar valor y optimizar los costos.

Las empresas que sigan con la visión de túnel que no les permita ver distintas opciones, están destinadas al fracaso en un mundo que exigirá cada vez más innovación.